Como puede un sueño enfrentarnos a nuestra propia muerte

Como puede un sueño enfrentarnos a nuestra propia muerte

Si escuchamos los mensajes que nos transmiten los sueños poderosos, podemos tener una experiencia de despertar. Valga como muestra este inolvidable sueño que me contó una joven viuda avasallada por el duelo. Es un claro ejemplo de cómo la pérdida de un ser querido puede hacer que quien está de luto se enfrente con su propia mortalidad.

Estoy en el porche cerrado de una endeble cabaña de veraneo y veo una bestia grande y amenazadora, con una boca enorme, que aguarda a pocos metros de la puerta. Estoy aterrada. Temo que algo le ocurra a mi hija. Decido tratar de aplacar a la bestia con algún sacrificio y tiro un animal de paño a cuadros rojos por la puerta. La bestia devora el señuelo, pero no se va. Sus ojos arden. Los fija en mí. Yo soy su presa.

La joven viuda entendía claramente su sueño. Lo primero que pensó fue que la muerte (la bestia amenazadora), que ya se había llevado a su esposo, venía ahora a buscar a su hija. Pero enseguida se dio cuenta de que quien estaba en peligro era ella misma. Ahora le tocaba a ella, y la bestia había ido a buscarla. Trató de aplacar y distraer a la bestia con un sacrificio, un animal de paño a cuadros rojos. Sabía, sin que yo se lo preguntara, qué significa ese símbolo: cuando su marido murió, vestía un pijama de una tela como ésa. Pero la bestia era implacable: la presa era ella. La poderosa claridad de este sueño anunció una nueva e importante etapa en el tratamiento. La joven dejó de concentrarse en la catastrófica pérdida sufrida, para pensar más bien en su propia finitud y en cómo debía vivir su vida.
Del libro mirar al sol de Irvin d. yalom 

¿Qué dicen mis sueños?

¿Qué dicen mis sueños?

Los sueños, a través de su lenguaje onírico, y por muy extraño que parezca, llevan escondido un mensaje, un mensaje que muchas veces no entendemos debido quizás a lo “raro” que aparece en la historia o quizás porque muchas veces no le vemos ningún sentido a lo que en ella se representa. Pero más allá de las rarezas y los sin sentidos que podamos interpretar de nuestros propios sueños, lo cierto es que conllevan un mensaje existencial.

Quizás a alguno de vosotros os haya pasado, o quizás no, o quizás no te hayas dado cuenta, pero muchas veces en nuestra vida, estamos tan inmersos en nuestras propias vivencias del día a día que nuestra atención está más en lo que nos sucede que en lo que realmente está pasando en nuestro interior, en la dificultad interior para con nuestra propia historia vital y las dificultades que tenemos con ella. A groso modo, esto en la Gestalt es el concepto figura-fondo, el cual nos indica que a través de la atención podemos llevar contenidos del fondo a la figura o de la figura al fondo. Es decir, según donde centremos la atención, los demás contenidos pasan al fondo y viceversa. Podemos entonces decir, que la figura pasa a ser un aspecto consciente en el aquí y ahora y el resto pasa al fondo de la conciencia.

5Al observar esta imagen por ejemplo, qué ves? parece un hombre, Miguel de Cervantes. Nuestra atención se centra en esto y el resto está en el fondo. Pero no tendré que pedirte que te fijes mas, porque seguro que algo te está llamando la atención. Seguramente ya habrás visto en el centro de la imagen a Don Quijote y a Sancho Panza, con la cual cosa el rostro anterior pasará al fondo y se hará  figura la imagen de D.Quijote y Sancho Panza. Puedes apreciar algo mas? Sí el molino y el caballo sobre el que monta Don Quijote no? Y algo más? Podemos observar lo que podrían ser los rostros demoníacos o malignos y si todavía prestamos más atención, podremos ver rostros tanto en lo que pertenece al cuerpo de Cervantes como al cielo o fondo de la foto.

Podríamos decir entonces que el centrarme en un contenido (o poner mi atención a determinadas formas o aspectos) es lo que me facilita el darme cuenta o el traerlo a mi conciencia (se hace figura). Y así es como a través de la atención, en nosotros mismos, podemos ir descubriendo aspectos nuestros que permanecen en el fondo (inconsciente) y poco a poco, trabajando en nosotros mismos, ir pasándolos a nuestra conciencia. Dicen por ahí, que todo lo que se hace o dice es fruto de tu inconsciente, o sea, que todo se hace por algo, y lejos de querer corroborar lo anterior, sí que te diré que muchos aspectos nuestros nos permanecen ocultos, ocultos en el fondo y reprimidos de nuestra conciencia, lo que establece según los casos, la rigidez de cada persona, a través de las defensas generadas por los mecanismos de defensa, y propician su actuación inflexible y poca adaptación al entorno (comprensión, empatía, etc). Pero por muy rígido que uno se vuelva, lo reprimido no queda quieto, ni desaparece, y siempre ejerce una fuerza y pugna por salir, por ser liberado, y de ahí ése dicho de que todo lo que se hace es por algo.

Y digo yo, cómo puede ser que yo mismo no quiera saber mis propias cosas no? Cómo puede ser que en mi inconsciente hayan cosas importantes para mi y que no me lleguen, que estén ahí escondidas y que por más que yo quiera no salen?
Hay un límite entre lo consciente y lo no-consciente, en el cual la conciencia ordinaria parece actuar como una especie de guardia urbano que determina lo consciente, lo no consciente accesible (lo pre-consciente freudiano) y lo inconsciente, decidiendo así que es lo que puede acceder y lo que no, generando de esta manera contenidos que son reprimidos o actitudes o comportamientos distorsionados según estos accedan o no a la consciencia.

sueño de emigrarY es que lo que tiene un sueño es eso, que muestra aspectos de tu vida y de tu yo, y que como están reprimidos en el fondo de tu no consciente no puedes darte cuenta. Es como si ese policía que dirige los contenidos hacia el consciente o el inconsciente, también se durmiera y entonces es el momento en el que el inconsciente te habla, diciendo alguna cosa que es vital para ti, para la relación contigo mismo y con el entorno, y lo hace a su manera, a través del lenguaje metafórico y simbólico, y que pasa directamente a la conciencia. El mensaje del inconsciente podríamos decir que lleva intrínseco un peso emocional, un darse cuenta de algo propio que no estamos viendo o no queremos ver en nuestra vida (reprimido o distorsionado a través de los mecanismos de defensa), y de ahí que quizás muchas veces no podamos recordar nuestros sueños, porque ése mensaje (al igual que la vivencia consciente de la vida) nos resulta peligroso o amenazante, no queremos contactar con ello, y de la misma manera que conscientemente no lo vemos (lo reprimimos), el sueño no lo recordamos ya que posiblemente todavía no estemos lo suficientemente preparados para sostener su significado.

El sueño está formado por aspectos de la psique, es decir, actúa como un espejo (proyección) donde a través de los argumentos, contenidos o elementos que aparecen, nos ofrece la posibilidad de ver reflejados aspectos del soñante y nos acerca más a la verdad del paciente que la que su propio “YO” generalmente concibe.

El trabajo Gestáltico con los sueños requiere que el paciente se identifique, interprete e interaccione con los distintos elementos del sueño, con tal de poder darse cuenta de ése mensaje existencial que el sueño esconde para él.