Dolor y sufrimiento, un acercamiento al proceso de duelo
Todas las Virtudes provienen del Amor y todas las Pasiones del Temor.
El Hombre, la Naturaleza y el Universo se comprenden fácilmente a través del desplazamiento entre polaridades: el frío, el calor; la oscuridad, la luz; lo seco, lo húmedo; lo masculino, lo femenino; el ying, el yang; son sólo, algunos ejemplos que nos permiten entender la realidad como un continuum entre opuestos. Esos opuestos son, en la medida en la que nos desequilibramos y nos identificamos en un sólo extremo, los que nos impiden conectar con la otra parte del polo y por consiguiente, poco a poco ir alienandonos de nosotros mismos y de nuestro propio ser.
Así también desde un punto de vista psicológico podemos entender la naturaleza y el comportamiento humano como expresión de de una polaridad básica y fundamental: EL AMOR Y EL TEMOR. El Amor como fuerza integradora al servicio de la cohesión, la unión, y que obviamente nos acerca al entorno. El Temor como fuerza disgregadora, separadora y desvinculante que nos lleva al distanciamiento, al aislamiento.
Todas las Virtudes provienen del Amor y todas las Pasiones lo hacen del Temor.
Y hablando ya acerca del dolor y el sufrimiento, podriamos resumir en que el sufrimiento pertenece al Temor, mientras que el Dolor es la cara triste del Amor. Dos caras de la misma moneda. Mientras el Sufrimiento se alberga en el pasado o en el futuro, el dolor se vive en el presente. Mientras el Sufrimiento está en la cabeza, el Dolor está en el corazón. Mientras el Sufrimiento (nos) separa, el Dolor (nos) acerca. Mientras el Sufrimiento se rodea de resentimiento y culpa, el Amor se rodea de comprensión y perdón. Mientras el Sufrimiento termina en desesperación y angustia, el Dolor en Agradecido Recuerdo*.