Vive ahora. Ocúpate del presente

Vive aquí, no te preocupes de lo ausente

Experimenta la realidad, no la imagines

Expresa en vez de manipular, explicar o justificar

Entrégate al dolor igual que al placer, no limites tu conciencia

No adores ídolos

Asume tu plena responsabilidad

Acéptate como eres ahora y aquí

Terapia Gestalt

Mi pequeña web no es el marco idóneo para una presentación exhaustiva del enfoque de la terapia Gestalt. No obstante, entendemos necesaria una exposición a muy grandes rasgos de los postulados fundamentales de su modelo.

Perls, el creador de la Gestalt, tuvo un limitado interés teórico, prefiriendo siempre centrarse en la práctica clínica. Por tanto, para cualquier presentación de su modelo hemos de recurrir prioritariamente a sus discípulos más destacados antes que a los textos del fundador, más dirigidos a la publicación de protocolos comentados de sus sesiones terapéuticas.

Como primera aproximación, asumimos la síntesis en ocho puntos que Starak (1984) hace de la Terapia Gestalt:

  1. La Gestalt es un sistema de integración;
  2. Que enfatiza en los sistemas del darse cuenta, en oposición a las modalidades de pensamiento, conocimiento y uso del intelecto;
  3. Que acepta las experiencias en oposición al análisis;
  4. Que enfoca en el darse cuenta, en el aquí y el ahora;
  5. Que cree que la llave del cambio se encuentra en el presente;
  6. Que se apoya en la centración para resolver los conflictos que surgen con las polaridades;
  7. Que enfatiza la autorresponsabilidad en oposición a culpar las fuerzas externas a la persona;
  8. Que utiliza técnicas de observación y experimentación.

La terapia Gestalt asume una comprensión holística del fenómeno humano, con una visión del organismo como un todo en el que cuerpo, mente, y sujeto no están separados y fragmentados en otras instancias, sino que son vistos como una realidad única y total. Se trata de un organismo con su propia capacidad para la autorregulación frente a las demandas del entorno o sus propias necesidades, que busca por sí solo su equilibrio con el medio de forma continua, espontánea y nunca acabada. Todo ello desde una valoración primordial del presente como vivencia inmediata y fundamental: «Tan sólo existe el presente, el eterno aquí y ahora. Sólo con esta consciencia de vivir el instante, olvidando pasados y futuros, seremos capaces de eliminar el sufrimiento de nuestra vida y disfrutar de la libertad que ella nos brinda«.

Relacionada directamente con esta valoración del aquí-ahora encontramos la palabra clave del buen funcionamiento personal, y por ende del proceso psicoterapéutico. Se trata del darse cuenta, el contacto («awareness»): el conocimiento inmediato de los medios interno y externos, la sensación de conciencia y nexo con ambos medios, un contacto con uno mismo como organismo para percibir las sensaciones corporales, los sentimientos, ideas y actos, reclamando y sintiendo la propiedad de cada uno de ellos.

El individuo busca constantemente un equilibrio dinámico entre su medio interno y externo a través de su proceso de darse cuenta, gracias a su propia autorregulación organísmica, que lo hace capaz de advertir sus necesidades, siguiendo una natural satisfacción de las mismas y aliviando sus tensiones, y que va integrando las experiencias como proceso global de aprendizaje, que a su vez formarán parte del fondo sobre el que surgirán las nuevas necesidades y experiencias que constituirán las nuevas figuras gestálticas. Sin embargo, cuando el proceso queda bloqueado en alguna parte, no se satisfacen las necesidades, se perturba la salud física, mental, emocional o espiritual.

 

Otro aspecto fundamental de su modelo es la consideración de la responsabilidad plena del paciente ante sus pensamientos, sentimientos y su conducta ante los demás. Uno de los objetivos de la terapia será siempre el de romper con las dependencias que nos atan al exterior. Este plantemiento sobre la responsabilidad del sujeto favorece la formación y conservación de la relación terapéutica, evitando que el sujeto pierda el tiempo culpando a los demás de sus propias vivencias, facilitando la creación de opciones en su vida y la toma de decisiones que le procuren más alegría y placer. En el orden terapéutico, esta asunción de la responsabilidad del paciente facilitará el fomento de la igualdad en la relación con el mismo, dado que el terapeuta no asume la responsabilidad por la mejora de la salud y el bienestar del paciente.

En consonancia con su punto de vista fenomenológico, la gestalterapia hace desprecio por todo tipo de explicaciones, interpretaciones, justificaciones o de actividad conceptualizante en la terapia. Es el «acercadeismo», hablar sobre las cosas nos aparta inmediatamente de ellas, de nuestra experiencia inmediata y directa En cuanto a los aspectos terapéuticos, la Terapia Gestalt se basa, como el Psicodrama, en las técnicas activas, con un movimiento de contacto respecto a lo conflictivo, que permite darse cuenta de lo que se evita, trabaja en el aquí-ahora de una forma emocional: «No basta con recordar un incidente del pasado, uno tiene que volver a él psicodramáticamente.

Del mismo modo que hablar de uno mismo es una resistencia en contra de vivenciarse uno mismo, así tambien la memoria de una experiencia -sencillamente hablar acerca de ella- la deja aislada como un depósito del pasado, tan falta de vida como las ruinas de Pompeya.», refiere Perls. Sigue un trabajo por capas, que gráficamente denomina «pelando la cebolla».

Respecto a las técnicas terapéuticas empleadas, la más conocidad y representativa de las propuestas por la Gestalterapia es la «silla vacía» o «silla caliente», técnica presentada por F. Perls. El cliente tiene frente a sí mismo una silla, en la cual en fantasía imagina que está sentada la persona ausente, o un elemento, objeto, evento, etc. que sea material de trabajo terapéutico y con el que el cliente sostendrá una posición dialógica. El cliente inicia hablando a quien (o a lo que) ha colocado en la otra silla, sentándose posteriormente en la «silla vacía» y respondiendo a la otra parte.

Como filosofía moral, o principios actitudinales para la salud y el bienestar psíquico del individuo implícitos en la gestalterapia, sintetizamos los propuestos por Naranjo:

  • Vive ahora. Ocúpate del presente.
  • Vive aquí, no te preocupes por lo ausente.
  • Experimenta la realidad, no la imagines.
  • Gusta y mira, en vez de racionalizar.
  • Expresa en vez de manipular, explicar, justificar o juzgar.
  • No limites tu conciencia (awareness); entrégate el dolor igual que al placer.
  • No adores ídolos; no aceptes más «debes» que los tuyos propios.
  • Asume la plena responsabilidad por tus acciones, sentimientos y pensamientos.
  • Acéptate como eres ahora y aquí.